En las últimas semanas, y producto de una llegada favorecida por
algunas entidades que en Andalucía atienden sin los recursos
necesarios a estas personas, se ha producido una cierta alarma
mediática sobre una supuesta llegada masiva que no se corresponde
con la realidad. Lo que tenemos es la constatación, reforzada con
estas llegadas, de una circulación que siempre ha existido y que es
previsible que aumente en número en los tiempos venideros.
Circulación para la que no se han arbitrado desde las instituciones
recursos de cara a atender sus necesidades específicas.
Gipuzkoa es, desde hace tiempo, uno de los puntos fronterizos de paso
en la ruta hacia el norte de Europa. Hace tiempo, pues, que en la
muga con Francia se viene realizando un control sistemático por
parte de la Gendarmería en claro incumplimiento de los acuerdos de
Shengen sobre eliminación de las fronteras interiores. Este control
deriva en numerosas detenciones y entrega a la policía española que
no siempre siguen un protocolo respetuoso con los derechos que
asisten a esas personas.
Es preciso recordar que es el cierre de fronteras que practica la UE
y el gobierno español para impedir que las personas migrantes y
refugiadas puedan acceder a territorio europeo lo que está haciendo
que repunte su llegada a las costas españolas.
En el pasado inmediato han sido numerosas las instituciones de
nuestro territorio que han mostrado públicamente su disposición a
la acogida. El ejemplo más reciente es el del ayuntamiento
donostiarra que el pasado 22 de mayo aprobó por unanimidad
constituirse como “ciudad de acogida”. Sin embargo, desde las
entidades sociales ha sido una constante la crítica hacia la
insuficiente puesta de medios que aborden las necesidades no
cubiertas de personas migrantes y refugiadas, lo que entendemos
contradictorio con esas declaraciones.
Sabemos, que en estos momentos, las instituciones han llegado
acuerdos para cubrir la carencia de recursos de apoyo a quienes
transitan por Euskadi, pero a falta de una mayor concreción nos
tememos que se esté pensando en recursos excepcionales y con un
límite temporal. Tenemos el pleno convencimiento de que las
necesidades que hoy salen a la luz tienen un carácter estructural y
que es preciso arbitrar recursos que las cubran plenamente, que
tengan un carácter integral, permanente y no excepcional, que tengan
la asignación presupuestaria para ello y que su gestión sea
transparente.
Es una tarea urgente que ha de ser abordada de inmediato. En
esa perspectiva es un contrasentido, por ejemplo, que en la capital
donostiarra en tanto no se garanticen las fórmulas que se están
barajando, se cierren recursos como el Gaueko Aterpea, en agosto o se
limite a tres días la duración en espacios destinados a estas
personas.
Por todo ello, las entidades firmantes demandamos al Ayuntamiento de
Donostia, a la Diputación Foral de Gipuzkoa y al Gobierno Vasco, que
sean coherentes con sus declaraciones y pongan en marcha ya los
mecanismos necesarios para realizar una atención
integral para una acogida inmediata y estable.
Planteamos y solicitamos:
1. El desarrollo de un protocolo, para las diferentes necesidades que
se den para acoger de manera integral a las personas en tránsito en
su mayoría, que llegan a la capital guipuzcoana.
2. El establecimiento de espacios, albergues, en condiciones dignas
de acogida para estas personas, con los recursos necesarios, dando
las respuestas suficientes a las diferentes necesidades (comida,
ropa, sanitarias u otras que deban tratarse…) y no sólo sean
espacios para cumplir con los tres días de estancia estipulados.
3. Que estas labores sean gestionadas por organizaciones preparadas
por ello, que gestionen esta atención, con los recursos humanos y
materiales necesarios, para hacer frente a esta realidad.
Mostramos nuestra disposición a una relación con las mismas que
posibilite aportar la experiencia que al respecto tenemos y podamos
contar con información suficiente de los recursos que se van a
crear.
En Donostia, a doce de julio de 2018